El termino de nuestra encuesta dio como resultado que son los hombres a quiénes se les hace más facil olvidar un amor. Y por ello aquí tenéis el siguiénte poema, que lo confirma.
Sigh no more ladies,
sigh no more,
men were deceivers ever.
One foot in sea,
and one on shore,
To one thing constant never.
Then sigh not so
But let them go,
and be you blithe and bonny,
Converting all your sounds of woe
Into hey nonny nonny!
Sing no more ditties,
sing no more,
of dumps so dull and heavy,
the fraud of men was ever so,
Since summer first was leafy.
Then sigh not so,
but let them go,
and be you blithe and bonny,
Converting all your sounds of woe
Into Hey nonny, nonny!
No suspirés más, niñas
no suspirés,
que los hombres han sido siempre perjuros.
Un pie dentro del mar,
y otro en la orilla,
y sin firmeza nunca en ninguna cosa.
No suspirés, pues, no
Dejadlos que se vayan.
Sed felices y alegres,
y exhalad vuestras penas
en el ¡Ay! ¡Nonny, nonny!
No cantéis más canciones,
no cantéis
tan tristes, melancólicas y lentas.
La falsía del hombre fue la misma,
desde que la primavera dio sus primeras hojas.
No suspiréis, pues, no.
Dejadlos que se vayan.
Sed felices y alegres
y exhalar vuestras penas
en el ¡Ay! ¡Nonny, nonny!
sigh no more,
men were deceivers ever.
One foot in sea,
and one on shore,
To one thing constant never.
Then sigh not so
But let them go,
and be you blithe and bonny,
Converting all your sounds of woe
Into hey nonny nonny!
Sing no more ditties,
sing no more,
of dumps so dull and heavy,
the fraud of men was ever so,
Since summer first was leafy.
Then sigh not so,
but let them go,
and be you blithe and bonny,
Converting all your sounds of woe
Into Hey nonny, nonny!
No suspirés más, niñas
no suspirés,
que los hombres han sido siempre perjuros.
Un pie dentro del mar,
y otro en la orilla,
y sin firmeza nunca en ninguna cosa.
No suspirés, pues, no
Dejadlos que se vayan.
Sed felices y alegres,
y exhalad vuestras penas
en el ¡Ay! ¡Nonny, nonny!
No cantéis más canciones,
no cantéis
tan tristes, melancólicas y lentas.
La falsía del hombre fue la misma,
desde que la primavera dio sus primeras hojas.
No suspiréis, pues, no.
Dejadlos que se vayan.
Sed felices y alegres
y exhalar vuestras penas
en el ¡Ay! ¡Nonny, nonny!
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